La Compañía de Jesús en América Latina volvió a urgir a la comunidad internacional que se sancione al régimen dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo, solicitando la expulsión de la dictadura de la Organización de Estados Americanos (OEA) y se solidarizaron con la Iglesia Católica ante la campaña de persecución religiosa emprendida esta semana por el gobierno de Managua.
“(Solicitamos) la activación de la Carta Democrática Interamericana (OEA) para prevenir un desangre mayor entre el pueblo nicaragüense cansado de tanta opresión, miseria y manipulación por parte del régimen; así como para prevenir la intervención de potencias extranjeras que quieran beneficiarse en este momento de la gravísima crisis política”, remarca el comunicado de los sacerdotes jesuitas.
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La enérgica petición realizada por los jesuitas del continente americano fue realizada en un comunicado conjunto entre la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y el Caribe (CPAL), la Provincia Centroamericana de las Compañía de Jesús y la Asociación de Universidades confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL); máximos órganos de gobierno de esta congregación de la Iglesia Católica, una de las más influyentes del mundo.
Este comunicado adquiere mayor relevancia si se toma en cuenta que el Papa Francisco, actual pontífice de la Iglesia católica, forma parte de la Compañía de Jesús.
“Declaramos nuestra especial solidaridad con el padre Edwin Román y con todas las madres de familias que ayunan en Masaya para pedir que sus hijos encarcelados sean liberados, así como con los 13 activistas detenidos recientemente por llevarles agua para paliar su huelga de hambre”, remarcan los religiosos.
Condenan asedio a UCA y profanación en Catedral
Sin ambagajes, los sacerdotes jesuitas de América Latina condenan el permanente hostigamiento al que está siendo sometida la Iglesia católica nicaragüense: Sus templos e instalaciones y las agresiones contra el sacerdote Rodolfo López y Sor Arelys Guzmán; provocados por la turba fanática orteguista que profanó este lunes la Catedral Metropolitana de Managua.
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También reclaman a la dictadura por el intento de violación a la autonomía universitaria que cometieron miembros de la Policía orteguista y las turbas del régimen contra las instalaciones de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA).
“Condenamos la toma de la Catedral de Managua y las agresiones contra el presbítero Rodolfo López y sor Arelys Guzmán, así como el asedio a diversas parroquias. Condenamos la provocación de los grupos antimotines del gobierno a los estudiantes de la Universidad Centroamericana que, una vez más, sufrieron su asedio en las instalaciones (…) Rechazamos y condenamos el intento de estos grupos controlados por el gobierno, de violar el campus de la universidad”, fustigan los jesuitas.
Compromiso jesuita por una sociedad justa y democrática
Los sacerdotes jesuitas culminan su comunicado realizando un apremiante llamado a la comunidad internacional, a colectivos sociales, organismos internacionales y humanitarios y “particularmente, gobiernos democráticos de América y Europa” para redoblar esfuerzos en aras del restablecimiento de la democracia en Nicaragua.
“La exigencia pública del respeto inmediato a los derechos civiles consagrados en la constitución nacional nicaragüense: Libertad de culto, libertad de movilización, libertad de protesta pacífica, libertad de organización política libertad de prensa e información, libertad de investigación y enseñanza”, subrayan los religiosos.
Los jesuitas cierran su comunicado asegurando que su congregación religiosa está próxima a las víctimas de la violencia institucional de Nicaragua. Asimismo, aseguran que continuarán trabajando desde sus instituciones pastorales y de enseñanza para la construcción de una sociedad “justa y democrática”.