La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares para la dirigente de la Unidad Nacional Azul y Blanco Violeta Granera Padilla y su familia, por el constante acoso y hostigamiento policial de la que ha sido objeto en los últimos meses.
Las medidas fueron otorgadas a Granera y su familia, a solicitud del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH). El organismo nacional, que fue ilegalizado por la dictadura desde finales del año pasado, informó a través de un comunicado que la decisión de la CIDH se dio “ante la situación de gravedad y urgencia en que se encuentran las víctimas”.
El CENIDH, en la nota de prensa informó que la CIDH consideró que la vida de Granera y su núcleo familiar “se encuentra en grave riesgo”, tras ser “víctima de un incesante hostigamiento policial, una permanente de campaña de odio y de desprestigio a través de medios oficialistas, de agresiones físicas, amenazas de muerte y de robos por parte de fuerzas de choque del régimen y parapolicías, así como de una vigilancia constante tanto en su domicilio y como en sus desplazamientos, entre otras acciones violatorias a sus derechos humanos”.
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En el comunicado, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos demandó “del Estado de
Nicaragua el cumplimiento inmediato de la resolución emitida por la CIDH a favor de Granera y su familia, y espera que las medidas cautelares solicitadas conjuntamente por las víctimas y el CENIDH, no se sume a los centenares desatendidas por el régimen Ortega Murillo”.
Violeta Granera es una de figuras más visibles de la oposición a la dictadura. Fue directora del Movimiento por Nicaragua y luego coordinó el Frente Amplio por la Democracia (FAD). Desde esta organización política, sin personería jurídica, Granera encabezó una campaña para presionar reformas electorales y llamó al no voto en las últimas elecciones, que calificó como fraudulentas.
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Después de la rebelión de abril de 2018, Granera se integró a la Unidad Nacional Azul y Blanco junto a más de 40 organizaciones de la sociedad civil que encabezaron la demanda nacional e internacional de acciones para debilitar a la dictadura de Ortega.
En el 2016, Granera fue precandidata a la vicepresidenca de la República, en fórmula con el médico liberal Luis Callejas, por el extinto Partido Liberal Independiente (PLI), sin embargo, meses después, la dictadura de Ortega despojó a la dirigencia de los sellos de ese partido político, desmanteló al último reducto opositor en la Asamblea Nacional despojando de sus escaños a 26 diputados y cercando la posibilidad de competir a la oposición más creíble.