La mañana de este lunes, 22 de abril, fueron trasladados al sistema penitenciario de Tipitapa, conocido como “La Modelo”, más de 30 presos políticos que estaban secuestrados en la Dirección de Auxilio Judicial, conocido como “El nuevo Chipote”. Según familiares, las autoridades orteguistas, les informaron que el trasladado es para librarlos en los próximos días.
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“Ayer lunes que llegamos (a El Chipote), nos dijeron que nuestros familiares habían sido trasladados a La Modelo. Uno de los policías nos dijo que el trasladado, es porque serán liberados en los próximos días”, dijo una fuente en condición de anonimato.
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También fueron trasladados los presos políticos Ricardo Antonio Pavón Cárdenas, Wilmer Antonio Uceda Brenes, Andy Giovanni Tapia Solórzano y Javier Francisco Cerda Pavón, originarios del municipio de Nindirí, del departamento de Masaya. Los cuatro ciudadanos, trabajadores de la empresa de telecomunicaciones Claro, fueron secuestrados el primero de febrero, mientras llegaban de su centro de trabajo. La justicia orteguista no ha presentado ninguna acusación.
Otros de los secuestrados políticos, desde el 23 de enero, y a los que la dictadura les niega su libertad, pese a no haber ningún cargo formal en su contra, son los originarios del barrio Indígena de Sutiava, en León, Marcial Eduardo González Martínez, de 28 años, José Moisés Jiménez, Rodolfo, Paulino y Adolfo (todos de apellidos Lozano).
Les prohíben a familiares llevar paquetería en bolsas azules y blancas
Los familiares de los presos políticos denunciaron, en condición de anonimato, que las autoridades del sistema penitenciario les prohibieron llevar paqueterías en bolsas azules y blancas, para evitar que los presos políticos diseñen banderas nacionales. “Nos recibieron bien, pero nos dijeron que está prohibido llevar la paquetería en bolsas azules y blancas, porque los muchachos las ocupan para hacer banderas”.
Con este trasladado, los familiares de los presos políticos esperan que sea más pronto su liberación y que así la dictadura pueda iniciar a cumplir los acuerdos firmados en la mesa de negociación, donde se comprometió a liberarlos a todos en 90 días, los cuales iniciaron a correr desde el 20 de marzo.
No hay negociación sin la libertad total de todas y todos los presos políticos y la libertad de expresarnos libre y pacíficamente.