El sol abrazó este 18 de abril a las decenas de nicaragüenses exiliados, refugiados y holandeses que se dieron cita en La Haya para conmemorar a las víctimas de la represión en el primer aniversario de la lucha cívica.
El homenaje empezó con un sermón en la iglesia ecuménica Stadsklooster Westeinde, donde la pastora, Inekke Baker resaltó la búsqueda de la justicia y la paz, asimismo abogó por la libertad de los presos políticos.
Durante la misa, se cantó la canción “Solo le pido a Dios” de Mercedes Soza, interpretado a capela por la nicaragüense Allys Sandino, como un llamado a dejar la indiferencia a un lado.
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Durante el acto religioso, intervino Thelma Brenes, hija del Coronel en retiro, Carlos Brenes, preso político. Con voz quebrada y conteniendo sus lágrimas, resaltó la lucha en la que han sido asesinados más de 500 personas, y encarcelado a más de 600 presos políticos.
Por su parte el holandés Hans van Heijningen, de la vieja solidaridad Nicaragua-Holanda, resaltó la historia de la situación que sufren los nicaragüenses al verse obligados a salir del país debido a las amenazas de muerte y cárcel que reciben los que han apoyado la lucha cívica.
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Luego de la misa, el evento siguió con la marcha del silencio, que partió de la iglesia hacia el Palacio de la Justicia. En el transcurso de la caminata, se escucharon las consignas, y se nombró a cada uno de los asesinados por la dictadura.
Un ataúd en el que se escribieron todos los nombres de los caídos, fue cargado durante la marcha, asimismo se portaron cruces y pancartas. Un puñado de gente que se vistió de azul y blanco y desfiló, protegido por la policía holandesa, sin el miedo de ser reprimidos como ocurre en Nicaragua.
En la conmemoración se logró reunir a los más de 25 nicaragüenses que han solicitado asilo político en Holanda, entre ellas tres familias con hijos menores de edad.
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Frente al Palacio de la Justicia, se entonó el Himno Nacional, y desde el parlante se bailó al ritmo de “El Solar de Monimbó” en homenaje al pueblo indígena de Masaya. Asimismo los sentimientos salieron a flote cuando se representó en la danza la canción “Héroes de Abril”, del cantautor Jandir Rodríguez.
Los nicaragüenses refugiados en Holanda, expusieron su sentir al estar lejos de la patria, una nación que nunca quisieron dejar, obligados a salir por amenazas de muerte. En uno de los discursos de la conmemoración se exigió a la dictadura la liberación de los periodistas Lucia Pineda y Miguel Mora, así como la justicia por el asesinato del colega, Ángel Gahona.
A un año de la insurrección en Nicaragua, la lucha sigue, y desde el exilio los nicaragüenses y holandeses se han unido a la lucha para denunciar las atrocidades cometidas por el régimen orteguista.
SOS Nicaragua-Holanda, planea hacer varias actividades en las próximas semanas, siempre con el objetivo de denunciar la violación de derechos humanos que vive el pueblo nicaragüense.
