Mientras la población se mantenía en resistencia demandando la democratización. en Nicaragua, la vicepresidenta, primera dama y mujer de Daniel Ortega, Rosario Murillo manifestaba su odio y temor a través de los medios de comunicación oficialistas llamando a los ciudadanos, que en ese momento rechazaban las fallidas reformas a la Seguridad Social, vándalos, delincuentes, terroristas…
En sus típicos discursos de mediodía subía cada vez más el tono de los “insultos” contra las personas y jóvenes que protestaban; quienes con audacia y creatividad las retomaron en las marchas azul y blanco.
A un año de la crisis sociopolítica, humanitaria y económica, Artículo 66 ha hecho un resumen de las principales frases de Rosario Murillo contra los nicaragüenses que solo han exigido libertad, justicia y democracia.
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El 19 de abril, apenas un día después del levantamiento pacífico, Murillo con tono molesto arremetió contra los medios independientes del país señalando que estas eran “noticias falsas, y también falsas personas, falsos seres, falsas conciencias, falsas propuestas. Falsos, falsos, falsos, así son estos minúsculos grupos alentadores de odio”.
Ese mismo día (19 de abril), la dictadura apunta sus primeras víctimas. Dos universitarios que se habían refugiado en la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli) y un oficial de la Policía orteguista. Ante estos resultados, Murillo continúo atacando a los participantes y a la prensa independiente, pero esta vez etiquetó como “manipulación” los hechos que se estaban dando.
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“Qué tristeza da la manipulación política de los mismos de siempre, esos minúsculos grupos que azuzan y desestabilizan para destruir Nicaragua”.
Pero eso no fue suficiente, al día siguiente (20 de abril), cuando ya había alrededor de cinco universitarios asesinados, la vicepresidenta en su acostumbrada locución de medio día tildó a los jóvenes de “seres mezquinos, seres mediocres, seres pequeños, ese odio va a contaminar este país y eso tengámoslo claro”.
Más de 60 ciudades protestando
Las manifestaciones se extendieron a varias ciudades del país y del mundo, tanto que los autoconvocados resaltaron que alrededor de 60 ciudades en diferentes regiones estaban protestando contra la dictadura; lo cual le causó más temor y enojo a Murillo. El 18 de mayo de 2018, comparó a los nicaragüenses con “plagas”.
“La proyección de crecimiento que había, que nos beneficiaba a todas, que se está viendo disminuida y afectada precisamente por toda esta plaga, esta peste”.
El 23 de mayo del mismo año, después de haber indicado que los que mostraban la inconformidad con su régimen obstaculizaban “el derecho a respirar, a vivir y a estudiar”; pidió entre insultos “que nos devuelvan el país que unos cuantos, unos pocos han secuestrado”.
Levantaron más de 100 tranques
Los tranques se convirtieron en otra forma de protesta. En mayo de 2018, según los organismos de derechos humanos y el gobierno, se organizaron más de 100 tranques, que duraron casi un mes hasta que con violencia y represión fueron quitados bajo la “operación limpieza” ordenada por la familia presidencial, dejando a varias personas asesinadas y heridas.
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El 16 de junio, entre tranques y violencia de la dictadura, se da otro trágico ataque contra la población, dejando a seis personas quemadas en el incendio de su casa en el barrio Carlos Marx, en Managua. Murillo destacó que esto fue “provocado por el vandalismo, por la delincuencia, por la falta de amor” a pesar de que las sobrevivientes culparon directamente a la Policía y paramilitares del régimen.
Ese mismo día, Murillo expresó que “nunca habíamos visto tanta profanación de nuestra fe y de nuestras prácticas cristianas. Estas prácticas que no corresponden con nuestra cultura, prácticas que llamamos perversas, siniestras, diabólicas, satánicas”.
Después de tanto dolor por la sangre nicaragüense derramada, el 19 de junio, “la compañera” como popularmente la conocen sus militantes, acusó que “nuestro comandante Daniel está comprometido en frenar esa ola terrorista, de crímenes de odio, secuestro, de quemas de viviendas”.
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Bajo esa misma campaña de acusar a los universitarios de “terroristas”, el siete de julio, Murillo advirtió que la “justicia” se ocuparía de estas personas. Acciones que hasta la fecha ha dejado más de 600 ciudadanos secuestrados en los sistemas penitenciarios del país. “Que no nos paralice ningún afán de venganza, ya la justicia se ocupará de los terroristas, de los asesinos, de sus financiadores”.
El nueve de julio, “la compañera” siguió con su campaña de desprestigio contra los nicaragüenses autoconvocados y esta vez los etiquetó de cínicos. “con qué cinismo algunos pueden hablar de destrucción y torturas como que fuera obra de otros y no su propia obra. ¿Con qué cinismo?”.
Finalmente, después de los asesinatos, torturas, desapariciones, represiones y afectaciones económicas documentadas por los organismos de derechos humanos nacionales e internacionales el 18 de julio de 2018, celebró “la victoria” sobre los niños, universitarios y jóvenes asesinados por sus paramilitares y policías en Carazo, León, Managua, Granada, Matagalpa, Estelí y Masaya.
“Hoy 18 de julio proclamamos nuestra victoria, nuestro avance sobre esas fuerzas diabólicas, tenebrosas, terroristas, criminales”.
wow, hay que ponerle esto que dice a esta vieja diario a todo el y noche cuando este pagando por lo he hecho al pueblo Nicaragua.