Las sombras de la dictadura han opacado toda Nicaragua. Un país que cada día se sumerge en la tristeza y que se ahoga en el llanto de esas madres que aún no han encontrado justicia para sus hijos asesinados por el régimen, de esas madres que también piden la libertad para los que están presos.
En su desesperación la dictadura ha actuado con locura y más represión, han cerrado 100% noticias y han puesto en prisión a Miguel Mora, director del canal, uno más que se suma a los cientos de presos políticos en Nicaragua. También tomó las instalaciones de Confidencial en un intento de silenciar las voces más críticas de este gobierno, como lo es, Carlos Fernando Chamorro.
Desde el exilio, es desgarrador ver los atropellos del régimen orteguista a un puñado de periodistas independientes, cuyo único delito ha sido denunciar la verdad, las atrocidades de la tiranía al mando de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
La impotencia de estar lejos te desborda, y el pecho te duele como si tu alma fuese arrancada desde las entrañas, esa alma que dejaste en Nicaragua, en ese abril sangriento del que no hemos podido escapar, todo se detuvo ese mes y desde entonces nada es normal en el país.
Cómo se puede llamar a celebrar una navidad, un año nuevo, si el futuro del país está en manos de un par de dementes, quienes, en su locura enfermiza de mantenerse al poder, han cometido crímenes de lesa humanidad sobre personas inocentes que luchaban por sus derechos. Ahora el comandante puede estar orgulloso de ser el máximo genocida en la historia del país.
Según el informe de la GIEI, expertos independientes de derechos humanos entre el lapso del 19 de abril al 30 de mayo, se registró al menos 109 muertes, más de 1400 heridos y más de 690 detenidos. De las 109 muertes analizadas por el GIEI, 95 de ellas se produjeron por disparos de armas de fuego, todos con impacto en cráneo, cuello y tórax. Todas estas víctimas asesinadas por la Policía Nacional, grupos paramilitares o armados, afines al gobierno.
El informe es desgarrador, es un relato minucioso y aterrador de cómo el régimen ha actuado con salvajismo, inhumanidad y crueldad sobre el pueblo nicaragüense en estos meses de represión y que muestra con claridad los crimines cometidos por la dictadura. Nicaragua enfrenta sus días más obscuros. La represión de los Ortega Murillo se intensifica, no respeta nada, va con todo y contra todo lo que se le oponga. Mientras el gran capital de la empresa privada se sienta a redactar comunicados, viendo el espectáculo sangriento de un gobierno que ellos mismos apoyaron durante todos estos años, a cambio de no arriesgar su capital.
Es tiempo de que cada nicaragüense sea consciente, que no se niegue a ver a la realidad que se vive hace 8 meses. El año que se avecina será catastrófico y te afectará a vos, a todos, incluso a los indiferentes, nadie escapará de la crisis. Hay que estar unidos y ponerle un freno a esta dictadura.