El profesor Álvaro Gómez tuvo que enterrar a su hijo, Álvaro Gómez Jr, tras ser asesinado a balazos por la policía de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El joven Álvaro Gómez era estudiante del cuarto año de la carrera de Banca y Finanzas, en la Unan-Managua. Se sumó a la rebelión ciudadana de abril, en Monimbó, junto a centenares de jóvenes de su vecindario. El 21 de abril fue alcanzado por las balas de la dictadura. Era una de las primeras víctimas mortales de Masaya. En los días siguientes, el régimen asesinaría a otros 35 jóvenes que también decidieron protestar.
El padre del joven asesinado, el profesor Álvaro Gómez luchó en su juventud contra la otra dictadura, la de los Somoza. Fue guerrillero sandinista. En la insurrección perdió una pierna y hoy le tocó exiliarse en Costa Rica. El profesor Gómez tuvo que irse de su casa y su país para resguardar su vida. Tuvo que correrse de la dictadura que un día ayudó a subir al poder.
En este audio, el excombatiende de Monimbó cuenta su exilio y explica cómo se siente cuarenta años después de estar viviendo la misma pesadilla.