Policías del Distrito Cinco de Managua marcaron la mano izquierda de un menor de 14 años, con una aguja, las siglas del partido de gobierno FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional), una prueba más de los métodos de tortura que están empleando los oficiales del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en contra de los ciudadanos nicaragüenses.
El estudiante de secundaria denunció que quienes lo torturaron fueron policías de la Dirección de Operaciones Especiales (DOE), quienes lo capturaron el martes, 21 de agosto, por la tarde; cuando él se dirigía a su colegio, ubicado en Managua.
El menor, quien llegó a las instalaciones del Canal 10 a denunciar este atropello en compañía de su madre, dijo que al momento de su captura “iba al Colegio Salvador Mendieta cuando la Policía estaba en el Distrito Cinco, una patrulla de la DOEP y me agarraron el brazo, me metieron a una caseta donde le pasan comida a los presos y me dijeron: `esto le pasa a los sapos´ y me rayaron toda la mano con marcas del FSLN”.
Amenazas de muerte
El muchacho, igualmente, remarcó que después de la tortura los policías orteguistas lo amenazaron de muerte si se atrevía a denunciar y además, le dejaron claro que la represalia no solo era para él sino para toda su familia. A pesar de la intimidación, los familiares del niño decidieron hacer público lo sucedido ante los medios de comunicación con el objetivo de desenmascarar los atropellos en contra de los nicaragüenses y sentar un precedente de este nuevo método de tortura.
El menor refirió que los oficiales le señalaron que si hablaba “cualquier cosa, me iban a buscar para matarme”. La familiar que lo acompañó se declaró indignada ante el abuso sufrido por el niño. “Cuando me dice eso (amenazas de muerte), a mí me impacta y me da cólera porque cómo le van a hacer esto a un chavalo que viene al colegio, uniformado, son menores de edad, me da rabia, me da cólera, ya no hay seguridad. Cómo me voy a ir a trabajar tranquila sabiendo que mis hijos corren un riesgo enorme”.
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La madre del menor refirió que están “hartos de tanta injusticia, que ya estamos hartos de ver como siembran el terror, que dicen (el régimen Ortega-Murillo) que son dueños de nosotros, que dicen que son amor, que son paz, dónde está la paz que siembran, qué es lo que quieren, que los chavalos no se preparen”.
“Solo recuerda al fascismo”
Gonzalo Carrión, director jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), consideró que es “nefasto” el actuar de los oficiales orteguistas. “Es nefasto el hecho mismo, el maltrato al que estamos sometidos, al terror, del que varios niños han estado expuesto y hasta han muerto”.
Carrión enfatizó en que el hecho de marcar el brazo del menor “es un grave atropello, incluso marcar, solo recuerda los tiempos del fascismo y es parte de la continuación del horror que ha sufrido el pueblo en estos cuatro meses (a partir del 18 de abril) y es peor aún viniendo de policías”.
El representante de esta organización de derechos humanos recordó que la Constitución Política de Nicaragua establece que la niñez goza de protección especial y de todos los derechos que su condición requiere y que ello, se apega a la vigencia de la Convención Internacional de los Derechos del Niño y la Niña.
El niño y su madre interpusieron la denuncia ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) donde comparecieron con los rostros cubiertos por temor a más represalias por parte de los efectivos policiales abusivos.
La Convención establece en su artículo 6 que “los Estados Partes reconocen que todo niño y niña tienen el derecho intrínseco a la vida” y en su numeral 37 señala que los mismos estados “velarán por que ningún niño sea sometido a torturas ni a otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes”.
