La brigada médica del “Proyecto Salud de León”, de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, tomó la decisión de cancelar su labor humanitaria en Nicaragua, dados las condiciones que viven los médicos nicaragüenses que están siendo despedidos, arbitrariamente, por ejercer su labor de salvar vidas.
Los médicos John Rose, John Paar, Carlos Espinoza, Mike Yeung, Eric Van Tassel, Susan Keen, Susan Van Tassel, Debra Kosko, Donna Lou Edwards, Ruben Centeno y Harry Adams enviaron una carta a Judith Lejarza, directora del Hospital Escuela Oscar Danilo Rosales Arguello (HEODRA), de León, en la que le explican que los motivos para cancelar su labor humanitaria son los despidos ilegales de los médicos nicaragüenses.
“Los despidos de muchos de nuestros colegas sin justificación, tal como es el caso del doctor Javier Pastora, nos parece muy difícil de comprender. Como lo entendemos, sus únicos pecados fueron el tratar a pacientes con lesiones ocasionadas en protestas, y el exigir un divorcio de la práctica médica de la política. De haber actuado de otra manera doctora Lejarza, pensamos que estaríamos violando el juramento médico y los derechos humanos”, reza la misiva enviada por los médicos norteamericanos.
Aproximadamente, unos 30 médicos especialistas, auxiliares y enfermeros fueron despedidos, en julio, del Hospital de León. La directora del HEODRA habría señalado de terroristas a los médicos, según sus testimonios, por dar asistencia médica a los jóvenes que resultaron heridos en el marco de las protestas sociales, iniciadas desde el pasado 18 de abril, en Nicaragua.
El grupo estadounidense trabajaba en Nicaragua desde el “Proyecto Salud de León” realizando cirugías, dando conferencias y asesorías médicas. Los médicos del Proyecto tenían planeado realizar en julio y septiembre implantaciones de marcapasos, procedimientos cardíacos y tratamientos pulmonares. En cada una de las jornadas médico quirúrgicas, los especialistas atendían alrededor de 9 y 10 pacientes, por la complejidad de cada una de las intervenciones.
La misión que los médicos estadounidenses se habían propuesto, desde 1995, era “trabajar con los colegas de Nicaragua para mejorar la educación profesional, equipar el hospital; incluyendo ayuda para el departamento de mantenimiento, radiología y cirugía, además, de brindar consultas en Nicaragua y hacer cirugías en Nicaragua y Estados Unidos”.
Carta enviada por los cirujanos estadounidense