Desde la tarde del 18 de abril, Nicaragua no ha vuelto a la normalidad luego de más de 100 días de protestas, secuestros y asesinatos. El régimen de Daniel Ortega ha iniciado una campaña para crear una falsa imagen de normalidad en el país, pero ni su batería mediática, los sermones de la vicepresidenta a medio día o la presencia policial en las calles han logrado que los nicaragüenses se sientan seguros.
En una nota de prensa publicada este lunes, 6 de agosto, la Policía Nacional confirmó la muerte del capitán César Blandón Urrutia.
«Aproximadamente a las 08:00 de la noche, en la comunidad Triángulo de Oro, municipio de Jinotepe, departamento de Carazo, delincuentes desconocidos, asesinaron por impactos de bala al Capitán César Martín Blandón Urrutia, 45 años».
Según la policía, Blandón Urrutia estaba ubicado en la Delegación Policial del departamento de Matagalpa, pero se había trasladado «a Masaya a visitar a su familia». Según la nota de prensa, al momento del hecho, la víctima se dirigía a comprar (¿…?) a bordo de una motocicleta, cuando los delincuentes le «sustrajeron pistola, dinero, chaqueta de vestimenta civil y sus zapatos. Investigaciones realizadas determinan que lo asesinaron para robarle».
El cadáver del policía fue encontrado con los pies amarrados con su propia faja.
La policía Nacional finalizó su nota de prensa asegurando que un equipo técnico, conformado por oficiales de investigación, inteligencia policial y peritos de criminalística ya trabajan para el esclarecimiento del caso para dar con la captura de los responsables.
En su informe oficial el régimen de Daniel Ortega contabiliza 22 policías muertos desde que iniciaron las protestas.
Brutales crímenes
Igualmente, desde que iniciaron las protestas, además de la brutal represión policial y paramilitar, se han conocido varios crímenes que aún se desconoce si las autoridades están investigando. Hace solo unas horas fue encontrado el cadáver incinerado de una persona en la ciudad de León.
El vehículo amarillo, placa LE312 es propiedad de Félix Torres Machado, de 49 años, quien se encuentra desaparecido y de quien se presume que pertenecen los restos que fueron encontrados en el maletero del vehículo.
El crimen se cometió en el camino hacia la comunidad de Lechecuagos, donde según la activista feminista Sara Henríquez hay una gran cantidad de toma tierras y personas militantes del Frente Sandinista.
«Es un crimen brutal, que va en la línea de los últimos meses donde hemos visto a la delincuencia actuar, se habla de que durante las protestas más fuertes en León encontraron así mismo un cadáver con las mismas señales de muerte, quemado y dejado en un camino, pero no lo hemos confirmado».
Según los vecinos en la madrugada escucharon varios disparos, y al salir al camino vieron el vehículo ardiendo. Los familiares de Félix Torres son originarios del barrio indígena de Sutiaba, debido al grado de descomposición no pudieron identificar a la persona asesinada.
El 7 de julio en la comunidad Troilo, sector de Sutiaba, fue encontrado en un vehículo el cuerpo de una persona incinerada.
Mientras defensores de derechos humanos y perseguidos políticos abandonan el país, debido a las amenazas de muerte, en la mayoría de las ciudades se vive un toque de queda autoimpuesto, luego de las 7 de la noche las calles y negocios permanecen vacíos.
