En su tercera semana de trabajo el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI), enviado por Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH),constató que la represión que comete el régimen de Daniel Ortega ha incrementado, mediante la ejecución de operativos de paramilitares y Policías con el “objetivo de desmantelar los tranques ubicados en diferentes ciudades”.
El MESENI registró que en Nicaragua en esta semana, del 11 al 18 de julio, 11 personas murieron y “un centenar habrían resultado heridas”, esto en el marco de las protestas. Los nuevos decesos vienen a aumentar el número de fallecimientos que registra la CIDH a 277 y más de 2 000 heridos, en tres meses.
Los expertos de Mecanismo de Seguimiento lograron documentar esos operativos que terminaron en la cantidad de muertos antes mencionada. El MESENI resaltó que los tranques: Diriá y Diriomo, en Granada; Niquinohomo, Catarina, La Concepción y Monimbó, en Masaya; Lóvago, en Chontales, que fueron atacados “mantenían un diálogo para alcanzar próximamente una disolución espontánea y pacífica”, sin embargo, según CIDH, el Estado recurrió a la violencia y el uso excesivo de la fuerza para desmantelarlos.
El acto represivo a los tranque, forma de protesta social en contra del régimen de Daniel Ortega, es condenado por la CIDH y “lamentan que el Estado haya recurridos a la violencia, en lugar lugar de continuar con el diálogo en la búsqueda de una solución pacífica a la crisis”.
La información presentada por el MESENI recoge los actos represivos en contra de los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), del cual resultaron dos jóvenes asesinados, además, del ataque a los dirigentes de la Iglesia Católica en Diriamba, mismo en el que resultaron heridos dos obispos que pertenecen a la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) y a la Comisión de Mediación y Testigo en el Diálogo Nacional.
Además, la CIDH registró las detenciones arbitrarias de los líderes campesinos Medardo Mairena y Pedro Mena, ante esto la CIDH aseguró que es una muestra más de la violación a los derechos humanos de las personas defensores de derechos humanos y líderes sociales.
Los expertos del MESENI también señalaron que los “pronunciamientos como terroristas y delincuentes no solo están destinados a deslegtimar la labor de las personas defensoras, periodistas y líderes sociales (…) sino que constituye una antesala del inicio de acciones penales y procesos judiciales en su contra”. La CIDH recomendó al Estado de Nicaragua que de instrucciones a sus funcionarios, para que se abstengan de hacer ese tipo de declaraciones que estigmaticen. Sin embargo, el régimen de Daniel Ortega continúa calificando de “terroristas”, “golpistas” y “delincuentes” a todo ciudadano que protesta en contra de las violaciones de derechos humanos que comete el orteguismo en Nicaragua.