[vc_row][vc_column][vc_column_text]La Policía Nacional, la mañana de este 29 de mayo, a bordo de un microbús blanco llegó a la Catedral Metropolitana con 22 jóvenes que dejó en libertad tras haberlos detenido mientras protestaban o transitaban por el sector de Metrocentro y la Universidad de Ingeniería, el pasado 28 de mayo.
Los 22 ciudadanos que liberaron eran menores de 30 años, todos aseguraron que fueron víctimas de tortura perpetrada por los agentes de la Policía Nacional. El relato de los jóvenes detalló que fueron; golpeados, interrogados, desnudados, que se les proporcionó alimentos descompuestos, que no les entregaron sus pertenencias y que se les amenazó de muerte.
Leonel Osejo fue uno de los capturados en la gasolinera Puma en el sector de Metrocentro, mientras apoyaba a los jóvenes que estaban siendo reprimidos en la Universidad de Ingeniería. Osejo asegura que los agentes antidisturbios de la Policía lo patearon en las costillas y, al trasladarlos a Auxilio Judicial “El Chipote” en un bus, brincaban en sus costillas.
Los ciudadanos Luis Ordoñez y Geovany Carranza también se encontraban en Metrocentro cuando fueron capturados, según los jóvenes ellos se estaban echando combustible a la moto en la que se transportaban, pero en ese momento quedaron acorralados por los agentes que llegaron disparando a quemarropa en la gasolinera Puma.
“Estábamos viendo mientras echábamos gasolina y cuando vimos unas camionetas Hilux con agentes que se bajaron a disparar nos protegimos tras el mostrador, pero nos golpearon en las costillas, nos llevaron a las celdas en una de las camionetas y nos golpearon las costillas, nos preguntaban ¿Cuánto nos pagaron? Yo les dije que nada, que yo era un barbero que solo pasaba por el lugar”, detalló Luis Ordoñez.
Ordoñez también explicó que sus pertenencias no fueron entregadas, ya que la motocicleta en la que se trasladaba no se la dieron, además, especificó que los amenazaron de muerte “nos dijeron que íbamos a pagar por la muerte del agente de la Policía”.
El acompañante de Ordoñez, Geovany Carranza también fue golpeado. Carranza explicó que perdió la conciencia luego de que un agente, tras sacarlo del pelo del mostrador donde se protegía de los disparos, lo golpeó con su escopeta en la frente. Este joven indicó que el infierno que vivieron se extendió hasta llegar a las celdas, ya que en la camioneta les ponían sus botas en la cara y al llegar a “El Chipote”; “nos llevaron a distintos cuartos a golpearnos y a interrogarnos, nos preguntaban que si éramos estudiantes, que si andábamos armas. Nos dieron de cena gallopinto malo, yo no comí. Cuando nos sacaron para entregarnos nuestras cosas a mí no me dieron mis zapatos”.
Los relatos de los ciudadanos detenidos por la Policía para el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) es una muestra de que “tenemos una policía que no respeta los derechos humanos, que tenemos una policía que no respeta la dignidad humana y que tortura, indiscriminadamente. (…) Una Policía que actúa de manera criminal y con métodos de una organización criminal. Eso nos preocupa y lo condenamos porque están haciendo atrocidades en contra de la población”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]