[vc_row][vc_column][vc_column_text]Luego de rechazar hasta en 3 ocasiones el intento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para entrar a Nicaragua, finalmente el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo cedió permitir el ingreso del organismo internacional, para que realice una visita de trabajo con el objetivo de observar «in loco», es decir en el lugar de los hechos la situación de los derechos humanos en Nicaragua.
Pero este solo es la primera condición que exigió la Conferencia Episcopal como garantías para el Dialogo. Estos son los puntos que todavía tiene que cumplir el régimen de Daniel Ortega.
No más turbas
Los obispos de Nicaragua para poder comenzar un dialogo nacional, también exigieron suprimir los cuerpos paramilitares, es decir la Juventud Orteguista y exigieron no usar a la Policía Nacional para reprimir al pueblo.
No más represión
Detener de inmediato y de modo absoluto todo tipo de represión frente a grupos civiles que protestas pacíficamente. Así mismo la jerarquía católica exigió garantizar la integridad física de los estudiantes universitarios y los miembros de la sociedad civil que estarán presentes en la mesa de dialogo.
Respetar la libertad y a los empleados públicos
Finalmente, en el mismo comunicado se insta al Gobierno a dar signos «creíbles de su voluntad de dialogo» y paz, a respetar la libertad, los derechos humanos y la dignidad de las personas. Particularmente de los empleados públicos, no obligándoles a ir a eventos partidarios ni paralizar el transporte público nacional para estos fines.
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El régimen de Daniel Ortega tiene un par de horas para cumplir con estos requerimientos mínimos para poder iniciar un dialogo nacional sobre el futuro de Nicaragua.
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