[vc_row][vc_column][vc_column_text]El papa emérito, Benedicto XVI, ha escrito lo que varios expertos en temáticas religiosas consideran su última misiva pública. El destinatario de la carta es el director del periódico italiano Il Corriere della Sera, Máximo Franco. La epístola, que fue recibida este martes en la sede del rotativo, contenía la advertencia: «urgente, entregar en mano».
En ella, Benedicto XVI, quien fue el principal líder de los católicos durante ocho años, detalla que, mientras van disminuyendo sus fuerzas físicas, se encuentra acompañado de «tanto amor y cariño que no podría haber imaginado».


Asimismo, en la carta, el pontífice emérito —quien tiene 91 años— afirma sentirse conmovido por la gran cantidad de lectores del periódico que desean saber sobre su salud y estado de ánimo tras cumplirse cinco años de su histórica renuncia.
«En este sentido, también considero las preguntas de sus lectores como un acompañamiento para este tramo. Es por eso que no puedo sino agradecerles, al asegurarles a todos ustedes una oración de mi parte», finaliza Benedicto XVI.
Joseph Ratzinger (nombre secular de Benedicto XVI) gobernó la Iglesia católica del 19 de abril de 2005 al 28 de febrero de 2013. Fue el primer papa en seis siglos que renunció de manera voluntaria a la silla de san Pedro. Durante su pontificado, escribió 3 encíclicas y visitó 21 países. Además, afrontó el drama ocasionado por el estallido de casos de pederastia clerical en Estados Unidos y Europa y por las filtraciones a la prensa —hechas por su mayordomo— de miles de documentos privados que prueban la renuencia de la curia romana a adoptar políticas transparentes en la gestión económica y pastoral.
Texto íntegro de la carta de Benedicto XVI a Máximo Franco, director de Il Corriere Della Sera:
Estimado, Dr. Franco:
Me ha conmovido que tantos lectores de su periódico quieran saber cómo paso este último período de mi vida. Solo puedo decir a este respecto que, en el lento declive de las fuerzas físicas, interiormente estoy en peregrinación hacia la Casa.
Es una gran gracia para mí estar rodeado, en este último tramo de camino, a veces un poco cansado, por tanto amor y bondad que no podría haber imaginado. En este sentido, también considero las preguntas de sus lectores como un acompañamiento para este tramo. Es por eso que no puedo sino agradecerles, al asegurarles a todos ustedes una oración de mi parte.
Saludos cordiales.
Benedicto XVI[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]